Fuente: https://bit.ly/3nq7fUa

En la madrugada del 16 de septiembre de 1810 se desató una hecatombe sin precedentes en la historia novohispana. La revolución de independencia que irrumpió con fuerza en la explanada de la iglesia de Dolores, después de la arenga pronunciada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, no tenía nada que ver con lo originalmente planeado y conjurado por los participantes de la Conspiración de Querétaro; el movimiento armado de masas rápidamente cubrió importantes extensiones de terreno y avanzó decididamente hacia la Ciudad de México, arrasando todo a su paso.

Sin embargo, a pesar del estrepitoso estallido revolucionario, la indisciplina de las tropas, la falta de formación militar, sumado a las evidentes tensiones que experimentaron Ignacio Allende e Hidalgo –principales cabezas del ejército insurgente—, hicieron mella, permitiendo paulatinamente la reorganización de la milicia novohispana fiel a la Corona española, dando como resultado el declive del movimiento insurgente encabezado por el cura de Dolores y el eventual fusilamiento de los primeros líderes revolucionarios a mediados de 1811. Con la muerte de Hidalgo, terminó la primera etapa de la lucha por la Independencia de nuestro país.

Otro clérigo asumió el liderazgo de la lucha insurgente a la muerte de Miguel Hidalgo. José María Morelos y Pavón, con mayores dotes de genio militar, dirigió la lucha armada con mejor disciplina y eficacia; ello le permitió avanzar con paso firme por importantes territorios al poniente y al sur de la Nueva España. De manera preliminar, el Siervo de la Nación entendió que no sólo se debía procurar la independencia de la metrópoli, sino que, además, la insurgencia debía tener claro un proyecto político de nación para el momento en el que se lograra el objetivo de la lucha armada.

Morelos fue el principal promotor del Congreso de Anáhuac, el cual se instaló el 13 de septiembre de 1813 en la ciudad de Chilpancingo, en el hoy estado de Guerrero. La asamblea contó con la participación de diputados provenientes de diversas provincias, en dónde la insurgencia se había hecho de control casi absoluto; a la cita acudieron personajes como Ignacio López Rayón, José Sixto Verduzco, José María Liceaga, Andrés Quintana Roo, Carlos María Bustamante, José María Cos, José Manuel Herrera, Cornelio Ortiz de Zárate, entre otros insurgentes.

El congreso establecido en Cádiz, España, fue el modelo liberal que influyó de manera más notable en la organización del Congreso de Anáhuac. Entre sus logros políticos encontramos la declaración de la Independencia de la América Mexicana, la promulgación del primer texto constitucional en nuestro territorio y la propuesta política para la organización de un nuevo Estado, mediante el establecimiento de un esquema de división de poderes, al tiempo de abolir la esclavitud e invocar el principio de que la soberanía dimana originaria y efectivamente del propio pueblo.

El propósito y naturaleza del Congreso de Anáhuac fue definido por Morelos diáfanamente en uno de los documentos ilustrados más importantes del periodo insurgente y que, hoy en día, constituye un referente directo de la fundación de la nación mexicana: los Sentimientos de la Nación.

De su puño y letra, Morelos plasmó en este documento los propósitos fundamentales que estaban en el corazón de la lucha por la independencia, al tiempo de dar una dirección política para el futuro de la América Septentrional cuando ésta se emancipara definitivamente de la Corona: la formación de una nueva República.

Los Sentimientos de la Nación se compuso por 23 puntos en los que Morelos expresó sus ideales para el devenir de una sociedad todavía novohispana, los cuales fueron reflejo de la realidad política y económica de su tiempo.

Así, en el punto número 12 del trascendental documento, Morelos escribió: “Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto”.

El texto escrito por Morelos se leyó en la primera sesión del Congreso de Anáhuac, el 14 de septiembre de 1813, en la ciudad de Chilpancingo.

 

Fuentes:

  • Ortiz, Ortiz, Serafín, “La soberanía nacional y los Sentimientos de la Nación de José María Morelos y Pavón”, disponible en: https://bit.ly/3C8JMeC, consultado el 13-09-2021.
  • “14 de septiembre de 1813. Promulgación de los Sentimientos de la Nación”, Secretaría de la Defensa Nacional, disponible en https://bit.ly/392Xinq, consultado el 13-09-2021.

2 respuestas a "14 de septiembre. Promulgación del documento “Sentimientos de la Nación”."

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