Fuente: https://bit.ly/38X7lc2
El 1 de marzo de 1854 se Proclamó el Plan de Ayutla, el cual persiguió, en buena medida, regresar al régimen constitucional establecido por la primer Carta Magna de nuestro país, sancionada y aprobada en 1824, la cual había sido abrogada durante el régimen de Antonio López de Santa Anna.
A la muerte de quien fuera el ideólogo más importante del conservadurismo del siglo XIX, Lucas Alamán, Santa Anna asumió el poder sin contrapesos con un carácter dictatorial, lo que lo llevó a autoproclamarse “Alteza Serenísima”[1] en su afán de alimentar su vanagloria y un halo místico de su figura.
El Plan de Ayutla, redactado por el Coronel Florencio Villareal y secundado por el veterano insurgente de la Independencia Juan Álvarez e Ignacio Comonfort, advirtió en sus primeras líneas del riesgo que implicaba que el país virara hacia un gobierno de carácter absolutista[2], por lo cual convocó a los opositores del santanismo a adherirse a la insurrección para remover del poder a tan singular personaje.
El propósito de la revolución, de acuerdo con el artículo 5 del Plan de Ayutla, era derrocar el gobierno conservador para poder reestablecer el orden republicano constituido en 1824, al término del efímero intento de Imperio de Agustín de Iturbide. Dicho artículo a la letra dice:
5º. A los quince días de haber entrado en sus funciones el presidente interino, convocará el congreso extraordinario, conforme á las bases de la ley que fue expedida con igual objeto en el año de 1841, el cual se ocupe exclusivamente de constituir á la nación bajo la forma de República representativa popular, y de revisar los actos del ejecutivo provisional de que se habla en el artículo 2º[3].
Con la revolución convocada por el Plan de Ayutla, finalizó el dominio del conservadurismo sobre las instituciones del entonces endeble Estado mexicano, para dar paso a una serie de proyectos políticos y jurídicos de carácter liberal; los cuales fueron plasmados en las primeras Leyes de Reforma –la Ley Juárez, la Ley Lerdo y la Ley Iglesias—así como en el proyecto constitucional aprobado en 1857.
La entrada en vigor del proyecto de Estado liberal, plasmado en la Constitución de 1857, ocasionó una nueva crisis de gobernabilidad en el país durante los siguientes diez años[4], en los cuales hubo una invasión extranjera y un último intento del conservadurismo por establecer un imperio mexicano.
[1] De la Garza Becerra, Luis Alberto, “El entierro de una pata y otras historias santannistas”, en Estudios Políticos, vol. 9, núm. 21, septiembre-diciembre 2010. Universidad Nacional Autónoma de México. Distrito Federal México. Pp. 45.
[2] Plan de Ayutla, disponible en https://bit.ly/32o8Qxf, consultado el 24-02-2020.
[3] Ibíd.
[4] Gutiérrez Herrera, Lucino; Ávila Sandoval, Santiago; Buelna Serrano, Elvira, “El desarrollo institucional del liberalismo y su planteamiento económico en el Siglo XIX”, en Análisis Económico, vol. XXIV, núm. 56, 2009. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco. Distrito Federal, México. Pp. 257.