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Benito Juárez es uno de los personajes más emblemáticos de la historia nacional. Su trascendental participación en la consolidación del proyecto político-jurídico liberal en la segunda mitad del siglo XIX, así como durante la restauración de la República, le valió ser recordado como una de las figuras más reconocidas de nuestro país.
Juárez nació el 21 de marzo de 1806 en San Pablo Guelatao. De origen zapoteco, el Benemérito de las Américas quedó en la orfandad a temprana edad, por lo que durante su niñez estuvo al cuidado de sus abuelos paternos. Juárez emigró hacia la ciudad de Oaxaca durante su juventud; uno de sus principales propósitos fue obtener educación. El clérigo Antonio Salanueva lo apoyó ampliamente para que ingresara al Seminario de Santa Cruz en la misma ciudad.
Después de dejar el seminario, Juárez realizó sus estudios de derecho, los cuales concluyó en 1834 en el Instituto de Artes y Ciencias de Oaxaca. En su estado natal ocupó diversos cargos dentro de la administración pública; en 1847, durante el conflicto bélico entre México y Estados Unidos, fue nombrado gobernador de aquella entidad.
Al iniciarse la onceava presidencia de Antonio López de Santa Anna, Juárez tuvo que exiliarse primeramente en Cuba y después en Nueva Orleans, Estados Unidos; desde allí Juárez se sumó a la Revolución de Ayutla junto a otros prominentes liberales como Melchor Ocampo, quienes abandonaron el país ante el asecho del grupo conservador.
Con el triunfo de la Revolución de Ayutla en 1855, durante el gobierno de Ignacio Comonfort, Juárez fue nombrado presidente de la Suprema Corte de Justicia; en esta época se promulgó la Ley Juárez, norma que ordenaba la extinción de fueros especiales y que fue elevada a rango constitucional en la Carta Magna de 1857.
Con el conflicto secundado por Ignacio Comonfort al desconocer la Constitución de 1857 y renunciar a la presidencia, Juárez fue nombrado presidente de la República en 1858, mientras que el grupo conservador nombró como primer mandatario al general Félix María Zuloaga.
El gobierno juarista, al no contar con los recursos militares y económicos suficientes, tuvo que desplazarse por diversos estados del país.
Tras el eventual triunfo de los liberales en la Guerra de Reforma o de los Tres Años, el gobierno de Juárez enfrentó problemas presupuestales, lo que le impidió el pago de obligaciones contraídas en el extranjero; tal situación motivó la invasión francesa y el posterior establecimiento del segundo Imperio Mexicano, bajo la tutela de Maximiliano de Habsburgo; durante la intervención, el gobierno de Juárez se desplazó nuevamente por diversos puntos del país.
En 1867, ante la inminente retirada de las tropas francesas y el abandono de importantes sectores conservadores, finalizó el Imperio de Maximiliano. Juárez encabezó la restauración la República y se mantuvo todavía en el poder hasta su muerte el 18 de julio de 1872.
Por su trayectoria y sus vitales aportaciones para la reconfiguración del Estado mexicano, es homenajeado en nuestro país hasta el día de hoy.
Fuentes:
- Roeder, Ralph. Juárez y su México. Fondo de Cultura Económica. México, 1972.
- Díaz Escoto, Alma Silvia, Juárez: La construcción del mito, Escuela Nacional de Antropología e Historia. México, 2008.