Fuente: https://bit.ly/3ze1pZo
La lucha por la independencia de nuestro país tuvo sus antecedentes inmediatos en la invasión napoleónica a la metrópoli española en 1808. Con la abdicación del monarca Fernando VII a la Corona española, en las posesiones ultramarinas se sucedieron una serie de movimientos de carácter político de gran relevancia, que posteriormente desembocaron en movimientos sociales violentos; tal fue el caso, del movimiento iniciado y encabezado por Miguel Hidalgo en la madrugada del 16 de septiembre de 1810.
A la par de la lucha separatista que se libraba en territorio novohispano, en la península. con la ausencia de Fernando VII, las corrientes políticas de carácter liberal se organizaron para darle un giro inesperado a la organización de los territorios de la Corona. El 19 de marzo de 1812, las Cortes de Cádiz aprobaron la primera Constitución en la historia peninsular, con lo que se abrió el paso a la conformación de lo que se conocería posteriormente como una monarquía constitucional; de carácter liberal o moderada.
En 1813, después de librarse la guerra en contra del dominio napoleónico, Fernando VII finalmente regresó por sus fueros y ocupó de nueva cuenta el trono del que había sido depuesto. A su regreso, derogó el texto constitucional que había sido aprobado el año anterior y reestableció el absolutismo.
No obstante, el 7 de marzo de 1820, el mismo Fernando VII, presionado por un movimiento pro constitucional liderado por el general y político español Rafael del Riego, el cual había alcanzado ya varias provincias en la península, se vio obligado a jurar el texto constitucional, documento que también entraría en vigor en las posesiones ultramarinas.
La repercusión política de tal suceso fue inmediata en territorio novohispano. Con la entrada en vigor del texto constitucional de Cádiz, los privilegios para las clases dominantes peninsulares apostadas sobre todo en la milicia y en el clero tenían sus días contados; previendo lo que se venía encima con el triunfo del liberalismo español, desde inicios de 1820 un grupo de clérigos, oficiales militares y miembros de las altas clases novohispanas comenzaron una conspiración para declarar la independencia del territorio novohispano.
En la “Conspiración de la Profesa”, conocida así por el lugar en dónde se llevaron a cabo las reuniones; el Oratorio de San Felipe Neri o Templo de la Profesa, estuvieron inmersos personajes como el ministro de la Inquisición José Tirado, el canónigo Matías Monteagudo y el licenciado Juan José Espinosa de los Monteros, entre otros. Su propósito era evitar el establecimiento de los preceptos constitucionales de carácter liberal ya jurados por Fernando VII, por lo menos hasta que éste pudiera suprimir nuevamente dicha Constitución y, para ello, resultaba necesario lograr la absoluta independencia novohispana.
Para tal cometido, se eligió líder del brazo armado que lograría la Independencia al ya conocido militar realista Agustín de Iturbide y Arámburu. Una de las misiones principales de Iturbide consistía en liquidar el movimiento armado suriano encabezado por Vicente Guerrero; ante su evidente fracaso, en lugar de seguir con la confrontación decidió sentar las bases para una histórica alianza entre ambos bandos en pugna.
Desde noviembre de 1820 y en los primeros meses de 1821, Iturbide y Guerrero mantuvieron un largo intercambio epistolar. El propósito del primero era lograr el acercamiento suficiente para lograr la esperada alianza militar y política que ayudara a consolidar la independencia novohispana, lo que finalmente sucedió el 10 de febrero de 1821 con el histórico abrazo de Acatempan.
El 24 de febrero de 1821, Iturbide presentó el Plan de Iguala; en dicho documento se consignaron los acuerdos a los que llegaron ambos líderes militares, en donde se mencionaban, entre otras cosas: la declaración de la independencia del Imperio Mexicano; la protección de la religión católica en el territorio; la forma de gobierno que sería una monarquía moderada por una constitución –siguiendo el ejemplo ya dado en la península—; que el trono del naciente imperio sería ocupado por el monarca español o en su defecto, por algún miembro de aquella casa reinante.
Con la proclamación del Plan de Iguala, Iturbide buscó la adhesión de más personajes de la vida política, clerical y militar de aquella sociedad novohispana; la adhesión de líderes insurgentes como los hermanos López Rayón, Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, entre otros, fue determinante. La unión de las fuerzas realistas e insurgentes dio como resultado el surgimiento del Ejército de las Tres Garantías, el cual fue liderado por el propio Iturbide y emprendió durante la segunda mitad de 1821 una nutrida campaña en todo el territorio, con el fin de someter a las fuerzas que aún le eran fieles a la Corona.
El 5 de julio de 1821, el virrey Juan Ruiz de Apodaca fue depuesto por altos mandos militares peninsulares y en su lugar el militar Francisco Novella fue designado de forma interina. El 3 de agosto, Juan O’ Donojú y O’Ryan desembarcó en el puerto de Veracruz con el cargo de Jefe Político Superior de la provincia de la Nueva España, mismo que le fue concedido en Madrid; a su llegada, la presencia de las fuerzas independentistas ocupaban prácticamente todo el territorio novohispano.
Entre los días 5 y 11 de agosto de 1821, Iturbide y O´Donojú mantuvieron un intercambio epistolar, mediante el cual acordaron reunirse en la Villa de Córdoba, en el hoy estado de Veracruz. Ambos llegaron a dicho lugar para la histórica cita el día 23 de agosto; el representante peninsular lo haría por la mañana e Iturbide por la tarde.
El día 24 de agosto, ambos personajes firmaron los Tratados de Córdoba, en los cuales se reconocía la independencia del Imperio Mexicano.
Fuentes:
- “O’Donojú e Iturbide acuerdan firmar los Tratados de Córdoba”, en Memoria Política de México, disponible en: https://bit.ly/2WbaEeC, consultado el 23 -08- 2021.
- “24 de agosto de 1821, Tratados de Córdoba”, en Secretaría de la Defensa Nacional, disponible en https://bit.ly/3kfNXOd, consultado el 23-08-2021.
- Villoro, Luis, “La Revolución de Independencia”, en Historia General de México, El Colegio de México. México, 2000.