Fuente: https://bit.ly/30HIKIW
Francisco I. Madero convocó al pueblo mexicano a levantarse en armas a el 20 de noviembre de 1910, a las seis de la tarde, a través de su Plan de San Luis, en el cual, además de promover abiertamente el derrocamiento del gobierno de Porfirio Díaz, propuso realizar una profunda reforma agraria inmediatamente después de que se depusiera al viejo régimen, por medio del reparto y devolución de tierras a sus legítimos poseedores, los cuales, por la expansión de las haciendas, fueron objeto de un constante despojo durante la administración porfiriana.
La revolución maderista triunfó de manera fáctica el 25 de mayo de 1911, fecha en la que renunció el longevo dictador, para posteriormente proceder a su eventual exilio hacia Francia desde el Puerto de Veracruz el 31 de ese mismo mes, a bordo del Ypiranga.
A la salida de Díaz, madero volvió a presentar su candidatura a la presidencia de la República, en las elecciones extraordinarias que se celebraron en la primera quincena de octubre de 1911; comicios en los que el revolucionario resultó triunfador junto a José María Pino Suárez, este último electo para el cargo de vicepresidente.
Muy al contrario de lo que esperaba el presidente Madero, las diferentes fuerzas revolucionarias continuaron en armas por los territorios que dominaban, con el objeto de hacer presión sobre el gobierno para que se diera cumplimiento a las promesas mencionadas en el Plan de San Luis.
En su afán de institucionalizar la revolución, Madero convocó a los diversos caudillos revolucionarios a deponer las armas o a licenciarse dentro del Ejército federal, sin embargo, cuando estos hicieron caso omiso al llamado del otrora primer jefe del movimiento armado, este último ordenó su persecución, utilizando al mismo cuerpo militar porfiriano que tan sólo unos meses atrás se encontraba en el bando enemigo.
Con esta decisión, Madero no solo fracasó en su intento de pacificar al país, sino que además atrajo hacía sí el repudio de importantes figuras que se le habían sumado el 20 de noviembre de 1910, los que a su vez lo desconocerían como presidente; por lo que, en esta instancia, la lucha armada llevada a cabo por diferentes grupos revolucionarios estuvo direccionada a defenestrar a Madero del poder.
El Plan de Ayala fue promulgado el 28 de noviembre de 1911, tan solo 22 días después de que Madero asumiera la presidencia del país. En Villa de Ayala, en el estado de Morelos, el alto mando militar zapatista firmó lo que fuera su primer documento de carácter político, precisando cuáles eran las demandas o aspiraciones del grupo comandado por Emiliano Zapata.
En dicho documento se desconoció a Madero, llamándole traidor a la patria, por no dar pronta atención a los problemas sociales que dieron origen al movimiento armado y por haber dejado en pie buena parte de la estructura gubernamental porfiriana, acusándolo de incurrir en prácticas dictatoriales. Asimismo, se propuso el derrocamiento del presidente, al tiempo de proclamar a Pascual Orozco como Primer Jefe de la Revolución o en su defecto al líder del Ejército Libertador del Sur.
El Plan de Ayala constó de 15 artículos, en los cuales, además de denunciar la actitud hostil de Madero, se especificó la manera en que el ejército zapatista daría una pronta solución al problema del despojo de tierras; al efecto, en su artículo 6 se estableció:
Como parte adicional del Plan que invocamos hacemos constar: que los terrenos, montes y aguas que hayan usurpado los hacendados, científicos o caciques a la sombra de la tiranía y de la justicia venal entrarán en posesión de estos bienes inmuebles desde luego, los pueblos o ciudadanos que tengan sus títulos correspondientes de esas propiedades, de las cuales han sido despojados, por la mala fe de nuestros opresores, manteniendo a todo trance, con las armas en la mano, la mencionada posesión y los usurpadores que se crean con derecho a ellos, lo deducirán ante tribunales especiales que se establezcan al triunfo de la Revolución
Asimismo, en el artículo 7 se propuso la expropiación de las grandes extensiones de tierra, aguas y montes que estaban en manos de particulares o que fueron monopolizadas, previa indemnización de una tercera parte de esos monopolios a los propietarios, con el fin de que los pueblos y ciudadanos de México obtuvieran ejidos, colonias, fundos legales para pueblos, o campos de sembradura o de labor.
El Plan de Ayala constituyó el primer esbozo de lo que se plasmaría en el artículo 27 de nuestra Carta Magna vigente, así como el alma de la profunda reforma agraria que se implementaría como uno de los principales corolarios del movimiento revolucionario iniciado en 1910.
Fuentes:
- Plan de Ayala, disponible en https://bit.ly/2QZiB1k, consultado el día 22-11-2021.
- Plan de San Luis, disponible en https://bit.ly/2Op6Oru, consultado el 22-11-2021.
- Ulloa Berta, “La lucha armada”, en Historia General de México, El Colegio de México. México, 2000. pp.771