México vio el surgimiento de una importante generación de intelectuales liberales durante la época de la Reforma, en la que se discutió y peleó por la laicidad del Estado mexicano. Uno de los personajes más críticos de ese periodo fue Juan Ignacio Paulino Ramírez Calzada, mejor conocido como “El Nigromante”.
Fuente: https://acortar.link/knxodI
Fue un político, periodista, abogado y literato, nacido en San Miguel de Allende –en el hoy estado de Guanajuato— el 22 de junio de 1818. Sus padres fueron Sinforosa Calzada y Lino Ramírez; a temprana edad manifestó su gusto por la lectura y realizó sus primeros estudios en la ciudad de Querétaro, de la cual su progenitor fue vicegobernador; más tarde obtuvo el título de abogado en la Escuela de Jurisprudencia en la Ciudad de México.
Ávido estudioso de diferentes disciplinas como química, astronomía, fisiología, física, historia general, filosofía, entre otras, ingresó a la prestigiada academia de San Juan de Letrán en la cual presentó una tesis que causó revuelo entre intelectuales y estudiosos: “Dios no existe, los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos”. La admiración de los académicos no se hizo esperar, pero tampoco el rechazo del sector conservador escandalizado ante tales postulados.
Su pluma inquieta se expresó de manera pública en diversos diarios de su época como El precursor, Las Cosquillas, El Monitor Republicano, El Correo de México, El Siglo XIX, entre otros. Sin embargo, el primer periódico que conoció los escritos de Ignacio Ramírez fue el que fundó al lado de Guillermo Prieto y Vicente Segura: Don Simplicio. Por su estilo crítico y sátiro, además de irónico, los redactores fueron encarcelados en varias ocasiones; durante aquella época fue que Ignacio Ramírez comenzó a utilizar el pseudónimo de “El Nigromante”. Cuando el ejército norteamericano se dirigía hacia la Ciudad de México en 1847, la publicación fue suspendida.
Fuente: https://acortar.link/hyU43D
La actividad periodística, intelectual y política de “El Nigromante”, estuvo presente en momentos coyunturales de la historia mexicana del Siglo XIX como la Revolución de Ayutla de 1854; el Congreso Constituyente, 1856-1857; la guerra de Reforma, 1857-1860; la intervención francesa, 1863-1867; la restauración de la República, 1867-1876 y la insurrección de Tuxtepec que anunció el inicio de la larga época del Porfiriato. En cada uno de estos eventos, Ignacio Ramírez reflexionó sobre las causas y sobre las posibles consecuencias.
En su vida como militante y pensador político, el “Nigromante” defendió el sistema republicano y federalista; se posicionó ideológicamente contra el poder clerical y su influencia en la vida cotidiana de la población. Por otro lado, estuvo a favor de los derechos indígenas y en contra de la opresión de las clases populares, pero también se pronunció en favor de los derechos de las mujeres. Aunado a los temas socio-políticos, Ignacio Ramírez también incursionó en la filosofía, el derecho, en la historia de las religiones, en la lingüística, la literatura, entre otros.
Uno de los momentos más importantes en la trayectoria de Ignacio Ramírez se encuentra en su participación dentro del Congreso Constituyente de 1856-1857. Asumiéndose como jacobino y materialista, su particular visión del mundo moderno del Siglo XIX lo hizo aseverar que negar una educación que emancipara de la miseria a cualquier ciudadano constituía un gran crimen; el carácter liberal de aquellas aportaciones de “El Nigromante” durante las discusiones del Congreso, se puede apreciar en el producto final; el artículo 3 de aquella Carta Magna declaró que: “La enseñanza es libre”.
No en vano, Francisco Zarco, otro importante liberal de la época, lo reconoció como el ideólogo de la Constitución de 1857.
Terminado su encargo como diputado constituyente, asumió como juez de lo civil en Puebla, donde también impartió cátedra en literatura y derecho romano en el Colegio del estado. Cuando Juárez asumió la presidencia al término de la Guerra de Reforma, lo nombró ministro de Justicia, Instrucción y Fomento. En 1862, cuando las hostilidades se agudizaron ante la entrada en vigor de la Ley de suspensión de pagos de 1861 y se cernía sobre el país la invasión francesa, Ignacio Ramírez escribió en contra de ésta desde el periódico La Chinaca.
Con la restauración de la República en 1867 fue nombrado magistrado de la Suprema Corte de Justicia. En 1875, con el triunfo de Porfirio Díaz, a quién apoyó en contra de Sebastián Lerdo de Tejada, tomó el cargo de secretario de Instrucción Pública y Justicia, aunque duró poco en él regresando al puesto de magistrado. Ignacio Ramírez, “El Nigromante”, falleció el 15 de junio de 1879.
Fuente: https://acortar.link/hyU43D
El 30 de abril de 2024, se aprobó el decreto para que se inscribiera el nombre de Juan Ignacio Paulino Ramírez Calzada, “El Nigromante”, con Letras de Oro en el Muro de Honor del Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.
Fuentes:
Benítez Salvador; Loreto J., “Ignacio Ramírez, su interés científico y filosófico”, en CIENCIA ergo-sum. Revista Científica Multidisciplinaria de Prospectiva, vol. 25, núm. 2, 2018. Universidad Autónoma del Estado de México, México.
Carmona Doralicia, “Ignacio Ramírez 1818-1879”, en Memoria Política de México, disponible en https://acortar.link/iIYO1h, consultado el 18-06-2024.
Ibarra García Laura, “Las ideas de Ignacio Ramírez, El Nigromante. Su significado en la historia del pensamiento mexicano”, en Iztapalapa, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 72, enero-junio, 2012, pp. 153-178 Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Distrito Federal, México.