30 de agosto. Aniversario luctuoso de Pascual Orozco.

La revolución maderista iniciada en 1910 logró su principal cometido en tan sólo seis meses: forzar la renuncia del general Porfirio Díaz, quien salió al exilio en Francia el 31 de mayo de 1911 con su familia. A la caída del régimen porfirista y con el eventual ascenso al poder de Francisco I. Madero, este último acusó infructuosos intentos por desarmar a las diferentes facciones que acudieron al llamado a las armas a través del Plan de San Luis; el problema inicial del régimen maderista estribó en la falta de cumplimiento inmediato a puntos sensibles del documento que abanderó la insurrección.

Fuente: https://bit.ly/30k5x8u

Madero tuvo que enfrentar durante su breve mandato la sublevación y el desconocimiento de varios líderes revolucionarios que cuestionaron ampliamente su actuación como presidente de la República; Villa y Zapata atacaron la conformación del nuevo gobierno que, en su estructura, no trastocó el orden porfiriano, sino que se valió de él para organizar la administración pública, tildando a Madero de inepto y traidor, por incumplir las promesas del Plan de San Luis[1] y por la beligerancia en contra de los grupos rebeldes que lo apoyaron en un primer momento, a los cuales quiso obligar a deponer las armas.

Pascual Orozco fue uno de los jefes militares revolucionarios que apoyó al maderismo en el norte del país. Nació el 26 de enero de 1882 en San Isidro, municipio de Guerrero en el estado de Chihuahua y fue adepto a las ideas de los hermanos Flores Magón a principios del Siglo XX. Con el llamado de Madero a las armas, Orozco fue pieza importante para el triunfo maderista en la toma de Ciudad Juárez en mayo de 1911, acción con la que se selló el destino del régimen porfirista.

Las hostilidades de Orozco hacia Madero comenzaron muy temprano a partir del triunfo militar: una de las razones principales fue el trato condescendiente de parte de Madero hacia el general porfiriano Juan N. Navarro, al cual libró de ser ejecutado por las fuerzas orozquistas y villistas que habían tomado Ciudad Juárez[2]. El descontento de Orozco se debió a la actitud de Madero con respecto a los enemigos capturados y de forma particular a la incapacidad de éste por satisfacer las necesidades más elementales de la tropa.

Cuando Madero nombró a Venustiano Carranza Secretario de Guerra, aumentó la antipatía de Orozco, quien esperaba recibir el cargo y, por lo cual, abiertamente demandó al autor del Plan de San Luis la renuncia de todos los ministros provisionales para que se escogieran, de entre los que habían luchado por la causa maderista, nuevos miembros del gabinete[3]. Los problemas de Orozco no se dieron únicamente con Madero; también con Francisco Villa se presentaron roces incluso antes de consumarse la victoria sobre las fuerzas de Porfirio Díaz.

En enero de 1912 se presentó la ruptura definitiva entre Orozco y el gobierno de Madero; a inicios de marzo, en abierta rebeldía contra el régimen maderista, los orozquistas se hicieron con el control de la capital de Chihuahua. El día 25 de ese mes, se firmó el documento conocido como el “Plan de la Empacadora”; entre sus firmantes se encontraron Pascual Orozco, los generales Inés Salazar, Emilio P. Campa, Benjamín Argumedo y los coroneles Demetrio Ponce, Gonzalo C. Enrile y Félix Díaz.

En el documento se ponen de manifiesto las causas de la rebelión en contra del gobierno de madero, entre las que figuran principalmente el incumplimiento de las promesas del Plan de San Luis y en el cual se denunció la intervención directa de los intereses estadounidenses en el nuevo gobierno, por lo cual en dicho plan se acusó directamente a Madero de traidor[4].

Las tropas de Orozco, aunque obtuvieron algunas victorias, eventualmente fueron vencidas por las fuerzas federales; entre las cuales estaban villistas y otros adeptos al régimen de Madero. No obstante, después del asesinato de este último y de Pino Suárez a finales de febrero de 1913, en el contexto de la Decena Trágica, las fuerzas orozquistas fueron incorporadas a la milicia regular, en virtud de la alianza de Pascual Orozco con Victoriano Huerta.

Tras la deposición de Huerta, Orozco se refugió en Texas, en donde junto a otros revolucionarios exiliados, planeó continuar su lucha armada. Sin embargo, tras violar el arresto domiciliario al que había sido sometido por las autoridades estadounidenses, junto con Huerta, fue abatido el 30 de agosto de 1915 por un grupo de federales del vecino país del norte en su huida por el condado de Culberson.

 

[1] Plan de Ayala, disponible en https://bit.ly/2HcGnRI, consultado el 19-08-2019.

[2] Siller Vázquez, Pedro V., “Memoria e historia en la revolución mexicana: el 13 de mayo de 1911”, Noésis, Revista de Ciencias sociales y humanidades, vol. 20, núm. 39, 2011. Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Ciudad de México.  Pp. 27.

[3] Ibíd.

[4] Plan de la Empacadora, disponible en https://bit.ly/31Ux8xH, consultado el 19-08-2019.

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