A lo largo de su historia, México se ha destacado por una importante producción musical, que permite apreciar las características culturales de la población asentada a lo largo y ancho del país a través del tiempo; la música mexicana es mundialmente reconocida por la belleza de su construcción en melodía, armonía y ritmo.
En el terreno de la música clásica han surgido grandes compositores en nuestro país, quienes han dejado un legado importante en la realización de lo que se conoce como música de cámara. Una de las obras más bellas, reconocida a nivel internacional, es el vals titulado “Sobre las olas” del compositor y músico mexicano Juventino Rosas, oriundo de Guanajuato, nacido un 25 de enero de 1868 en el seno de una familia con precariedades económicas.
José Juventino Policarpo Rosas Cadenas era de origen otomí; su fascinación por la música se debió fundamentalmente a la instrucción de su padre José de Jesús Rosas, quien fue un militar que combatió al ejército francés durante la época del Imperio de Maximiliano de Habsburgo.
De su progenitor, nuestro compositor recibió su primera instrucción junto a su hermano Manuel y su hermana Patrocinio. Para ayudar a la economía de su hogar su padre organizó un trío musical con sus dos hijos; Manuel y Juventino tocaban la guitarra y el violín respectivamente, y él, Don José, el arpa.
Se sabe por información de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), que el trío familiar se mudó a la Ciudad de México en 1875 para probar suerte en el medio artístico, en el cual buscó sobresalir. No obstante, a la muerte de su hermano mayor en una riña, el grupo se desintegró y Juventino ingresó a la orquesta de la cantante Ángela Peralta (1845-1883) con la cual realizó algunas giras dentro del país. A la muerte de la cantante y la inmediata desintegración de la orquesta, regresó al Distrito Federal para iniciar sus estudios musicales de manera formal.
En el año que entró a estudiar en el Conservatorio Nacional, murieron su padre y su hermana menor, suceso que lo orilló a abandonar posteriormente sus estudios. Tras un intento fallido de enlistarse en las filas del ejército, el joven compositor tuvo su gran oportunidad al participar en un festival realizado en el Teatro Nacional, en el que se conmemoró la batalla de Puebla y al que asistió el general Porfirio Díaz; tras su brillante participación, se granjeó oportunidades de trabajo de la mano de importantes benefactores.
En 1888 reingresó al Conservatorio Nacional, pero tuvo que abandonarlo poco tiempo después por su precariedad económica. En 1891 compuso su obra cumbre Sobre las Olas, no obstante, esta pieza no le retribuyó en su momento el dinero y la fama que le correspondían, pero fue reconocido de manera internacional posteriormente. Es autor además de un conocido Vals llamado “Carmen”, en honor a la esposa del entonces presidente y quien en gratitud le obsequió un piano de cola.
Entre sus obras más reconocidas se encuentran “El sueño de las flores”, “Julia”, “Lazos de amor”, “Salud y pesetas”. En 1894 se embarcó en una compañía de zarzuela hacia la isla de Cuba; su salud se vio minada considerablemente debido a que padecía una mielitis aguda. Atendido en la Casa de Salud Nuestra Señora del Rosario, finalmente falleció el 9 de julio de 1894 a la temprana edad de 26 años.
Fue sepultado en la isla de Cuba, pero su cuerpo fue repatriado en 1909 por negociaciones del gobierno mexicano. En 1939 se exhumaron sus restos para ser depositados en la Rotonda de Personas Ilustres.